Van brotando, las flores del alma,
en la huella de los pasos de los dos,
tu compañía, germina la calma,
el oído profundo silencia la voz.
Dulce bálsamo de las soledades,
impregna cuando caminamos juntos,
divina dádiva a nuestras edades,
sin compañía, somos difuntos.
En esta vida, otra mano mata el yo,
soberano se siente cuando crece,
la redención viene cuando alguien te halló,
tomados de la mano, antes que la noche bese.
En este momento, nos soltaremos,
de los dos, alguno inicia su viaje,
se llevará, lo que vivimos hemos,
despedida sutil, como el encaje.
EL POETA DEL AMOR. 01-06-14.
CABO SAN LUCAS, BCS. MÉXICO.