Era inevitable imaginar
vernos de otro modo, caminar
con los brazos sueltos: incompletos;
aunque los tiempos se nos fueran lentos.
Era otra opción, decir al menos
que ser sólo amigos era bueno.
Si era más difícil el estar
la vida viviendo en cualquier lugar.
Pero ya pasó, todo de repente.
Todavía sin tenerte seguiré consciente,
porque he comprendido cómo dejarlo ir
y dentro del gemido ahora sé cómo seguir.
Creyendo que algo mejor me depara el destino
con eso de que algo nuevo viene en camino.
Era entonces el día de hoy
la última esperanza, mas ahora voy
siguiendo las pisadas que aún no dicen nada;
palpando la alegría que se ve asomada.
Sonreiré como cuando era feliz
dejando que el viento lleve la gran nube gris.
Y dicen que lo que pasa es lo mejor;
entonces gracias daré aun sin tener tu amor.