Se que mis oidos; turbados llenos de ruido, adtractos y asperos suburvios. No me dejan que te escuche
Que escuche, inquietud sublime, tus oraciones, oraciones de tranquilidad y armonia. La armonia que oian, que bailaban a tu medida, con tu latir, me sentia, una buena melodia.
Hoy estas en silencio; pero hoy te nesecito. Hoy No TenGo OiDos.