En las noches rebosantes de estrellas
al filo del éxtasis.
reflexiono en nuestro amor, es tan inmortal
que jamás morirá.
Un aquelarre de torturas aparece,
de solo pensar en la ausencia.
Aunque tratamos de esquivar los sólidos peñascos,
con que tropiezan nuestras vidas
lo nuestro, posible no fue.
Las caricias,
los besos, las imborrables entregas
sin despilfarro alguno.
Avivaron el plenilunio de sentimientos
nacidos en nuestros pechos.
Nos atrevimos a fundir caricias
en fugaz y palpitante dicha.
Bajo febriles pasiones,
dejando escritas intensas huellas,
Y lúcidos momentos
en el libro de nuestras sensaciones.
Los escollos que nos separan
cual puentes caídos, no se dejan trasponer.
Nuestra dicha es como las mariposas,
difíciles de atrapar
cuando en el espacio revolotean.
Me retiro con sollozos de angustia,
tu silueta colgada llevo en mis tristezas,
solo escucho un débil murmullo
atado a la realidad de nuestro alejamiento.
Cachito de mis angustias,
cada que te piense.
Un fugaz suspiro me hará exclamar.
Fue tan corto nuestro amor,
Como tan largo será nuestro olvido.
bambam