Amanece, llega el signo de la luz,
antes, también, vino un extraño sueño,
tan claro, se paseaba por mi mente,
recuerdo detalles incomprensibles.
Una columna, de forma triangular,
de cosas, entre ellas alimentos,
en un acomodo desordenado,
los paquetes de formas geométricas.
Con sus nombres, para identificación,
hubo el sentimiento que se perdían,
algo o alguien los desaparecía,
por lo cual, siento anhelo de hacer algo.
Dos seres, con forma indefinible,
ayudantes para determinar eso,
cuántos, cuales y por qué, se extravían,
el trabajo, parece interminable.
Sorpresa, al buscar con diligencia,
se encuentran o aparecen los perdidos,
me llega una especie de satisfacción,
al estar completo, no falta nada.
A un costado, sobre la cabecera,
del catre, donde el cuerpo cada noche,
sobre la colchoneta intenta descansar,
ayer puse una cajita plateada.
Que forma parte, del montón del sueño,
entiendo, me llega la interpretación,
cada una forma parte de experiencia,
en el viaje del tiempo de viajero.
Abro la cajita, un tenue perfume,
llega, con un recuerdo, a mi nariz,
tambien a la mente, sus pensamientos,
se despierta el libro que escribimos.
¡Pájaros, arrullen mi somnolencia!
Mientras pasan las páginas escritas,
la inmensidad a todos nos contiene,
y cada quien tiene su libro diario.
Nacemos a esta vida y nos llevamos,
con y a la otra, página más página,
somos siempre, escritores compartidos,
en la biblioteca de cada quien.
Guardamos una colección de historias,
forman parte del registro cósmico,
el comercial aroma está grabado,
en mi sentido, la sutil esencia,
del alma, se conserva en la eternidad.
EL POETA DEL AMOR. 29-07-14.
CABO SAN LUCAS, BCS. MÉXICO.