Son seres empobrecidos,
piden limosna en las calles,
visten ropas andrajosas
y presentan mala imagen.
En la puerta de la iglesia
claman dinero y manjares,
con sus sombreros muy rotos
y sus miradas dispares.
Buscan comida en basuras,
y la escogen con detalles.
Hacen cola en el comedor
de los frailes oficiales.
Duermen debajo del puente
pasando frío , sed y hambre.
La larga noche es muy cruda
porque no dejan señales.
Se sienten muy solitarios,
sin queridos ni amistades.
Se amontonan todos juntos
se parecen a cadáveres.
Pobre gente abandonada
Sin guita y con escasez
La multitud no se apiada
de vuestras calamidades.