Diaz Valero Alejandro José

La niña que salpicaba charcos (Cuento)

 

Estrella era una niña,

sí, se llamaba Estrella,

juguetona y linda

de sonrisa serena.

 

A ella le gustaba jugar

y comer galletas,

y también hablar

con su vieja muñeca.

 

Le gustaba ver el sol

esconderse a lo lejos,

y correr muy veloz

con su inquieto perro.

 

Le gustaba a Estrella

oler  flores rosadas

y asistir a la escuela

cada mañana.

 

Le fascinaba contar mariposas

y adivinar de las nubes sus figuras,

lograr que se pusieran borrosas

de tanto mirarlas con ternura.

 

Estrella la lluvia esperaba

para bañarse con sus gotas,

y así los charcos salpicaba

con sus rojas y pequeñas botas.

 

Salpicar y salpicar agua

era su gran diversión,

Estrella bajo la lluvia jugaba

mientras le saltaba el corazón.

 

Estrella a la lluvia amaba

pero más amaba los charcos,

corría bajo la lluvia y salpicaba

dando siempre alegres saltos.

 

Estrella creció y olvidó galletas,

olvidó oler flores y contar mariposas,

olvidó las nubes y la muñeca

y otras tantas y tantas cosas.

 

Pero el recuerdo sigue intacto

de aquella hermosa frescura

de salpicar agua en los charcos

cuando se bañaba bajo la lluvia.

 

Autor: Alejandro J. Díaz Valero

Maracaibo, Venezuela