Yo vivía en el paraíso
con mi mente bien sana
en verano mi compromiso
era deleitar a la cuadra
bajaban de los edificios
secretarios y mucamas
llevándome con ellos
a sus casas.
Todo iba sobre ruedas
hasta que llegó una bataclana
me vendió por tres monedas
y me ofreció por jarana
a un pobre hombre inocente
que por allí pasaba
la víctima me dio un mordisco
y llovieron las amenazas
!que ustedes se van de aquí!
que no son de mi confianza
que ahora van a morir
que se acabó la charada
ya pescaron las maletas
y no se olviden de nada
y nos echaron del paraíso
a punta de patadas.
Yo era una simple manzana
en el lugar incorrecto
y la pera sigue casada
con Adándole hasta estar muerto.
Yo era una simple manzana
y ahora no soy más que un cuento.