Dos angelitos, en disfráz de niños,
de súbito se aparecen fente a mi,
una de ellas, con dientes de leche,
al reir se le ve una ventanita,
entre más lo hace, otras aparecen.
Déjame contarlas, una, dos y tres,
su mano está llena de palomitas,
granos de maiz que les salen alas,
si, cuando a su cuerpo lo abrasa el fuego,
huelen a campo, saben más sabrosas.
Vuela una de la mano de la niña,
con regocijo, la mía recibe,
un regalo a mi boca con saliva,
se hace agua al querer probar su sabor,
palomita, entre dientes te deshaces.
Una parvada sigue en sus manos,
están en una jaula de plástico,
para que vuelen, abre la bolsita,
y llegan a la mano de tu hermanito,
con risa y alegría las saborea.
La mamá cocinó las palomitas,
y hoy que salen a paseo por la calle,
en el parque que fueron a visitar,
comieron más las ricas palomitas,
y también bebieron aguas de frutas.
EL POETA DEL AMOR.24-07-14.
CABO SAN LUCAS, BCS. MÉXICO.