Hombre de grandes alas,
no cortes las mías,
No aprisiones mis intenciones de atlante cuando tú ya eres uno,
Acérrimo que pareciera solo pensarse el,
¿no ves mi debilidad?
Hoy me siento tu adelfa dentro de mi exageración.
Yo no puedo alcanzarte si no me sabes esperar,
No sé cómo fumar los días para llenar la adversidad,
Y al intentarlo raspo mis sueños,
aquellos que tú ya has labrado,
Hombre,
¿Me quieres de tu ancila o tomas en serio 21 años de inmadurez?
40 años que pronuncian promesas que van contra sus actos,
De escenas apócrifas ya he tenido muchas,
No has de seguir arando mi cuerpo si no siembras confianza,
Te he de dejar solo en tu cumbre
o te acompañare convirtiendo mis manos en armíferas para sentirme segura.
Yo no sé cambiar mi arcano ser en 19 anocheceres,
Por las múltiples veces que me has arrebolado,
ni por hacerme ver tú astrífero techo,
Tal vez me volví cecuciente cuando vi tu grandeza minimizando la mía,
Tal vez me perdí cuando al exarar con mi voz tu nombre me elevaste al etra de los cielos.
Hombre,
yo no quiero ser mis fúnebres pensamientos olvidados,
No quiero estar submersa en mi propio siglo de hierro,
Yo no puedo ofrecerte un tálamo bajo el turquino de los cielos,
Tan solo besa mi grana sin hacerla gélida,
sin hacerla hesitar,
tan solo eso…