Lo acepto, soy un oportunista,
Porque aprovecho el tiempo para hacerte sonreír
Y enfrascarme yo, en un infinito cuento de ser feliz;
Soy un aprovechado que mira tus ojos
Para iluminar el sendero de la armonía, creatividad felicidad.
Soy un oportunista de verte desfilar Y con el va y ven de tus curvas,
Sobre todo aquella que se forma entre tu boca,
Dejarme sin respiración, pues el suspiro sale con devoción.
Acúsame, júzgame, soy un oportunista
Porque noche tras noche sueño contigo,
Sueño en grande, pues una legión de ángeles
Asistirá a nuestra boda, sí, tu familia la vi allí,
Entre trajes blancos y una inmensa iglesia con cristales
Que recreaban tu hermosa infancia, preciosa adolescencia e incomparable juventud.
Júzgame, merezco ser juzgado, porque soy un oportunista que desea verte feliz...