¿Es posible que hoy estés conmigo,
que tu intimidad la descubra?
No se termina conocerla,
somos ola en movimiento.
Lo que eras, ya se fue en el ayer,
el cómo serás, no ha llegado,
sólo al momento de encontrarnos,
cae la tarde sin sol intenso.
Huesos se pegan más a la piel,
ostentiblemente, las fuerzas,
sensoriales, nos abandonan,
también te sucede ¿Lo sientes?
De mi boca, es el comentario,
rigidez del árbol otoñal,
la flexibilidad, ya se va,
los pasos lentos, sin el brinco.
El viento que escandalizaba,
es como apacible brisa,
el follaje sonoro y verde,
su vestido está lleno de marcas.
El xilema y floema, obstruídos,
la savia ya no circula bien,
sus movimientos temblorosos,
todavía están en la senda.
Por el misterio de la vida,
nuestras ramas están tan cerca,
dolores internos externos,
se aparecen más frecuentes.
El día, con parsimonía,
lo celebran juntos ¿Qué somos?
Comparten un signo del amor,
el tiempo, ya huele a eternidad.
Plantaron semillas más atrás,
arbolitos en el camino,
vienen también en la sucesión,
sólo contamos esta tarde.
Estoy triste, la vida es así,
un soplo de ella, lo vivimos,
solo un instante, nuestros dedos,
cantan lenguaje de contacto.
Ahora se percibe el más allá,
en esta tarde, una mirada,
al ventanal del otro lado,
es mi plegaria al Universo.
EL POETA DEL AMOR. 18-07-14.
CABO SAN LUCAS, BCS. MÉXICO.