Matarnos
eso de matarnos fue tan natural
parte del amor que nos juramos
amor que odió nuestro hogar
sin avisar que se marcharía
amor que prefirió censurar nuestra piel
vetó nuestras miradas
y puso en venta estas letras, lápiz y papel.
Amor que nos perdonó la vida
lejos de ser un acto de bondad
fue la decisión más cruel.
Amor de ceniceros, amor de visitas clandestinas.
Amor tan altanero.
Amor de pesadillas.
Amor de insomnio, amor de café.
Matarnos
eso de matarnos fue un principio casual
y el amor lejos de hacerlo nos perdonó la vida.
Historia de un florero, de una mesa de cristal.
Amor escrito con más amor que poesía.
Amor de pordiosero, amor con soledad.
Amor sobrio y falto de letras.
Amor que nadie entiende, amor para gritar…
Amor, que inició con tu partida.