Aaron Krauss

Suki Misaki

Ah, tu piel de porcelana,

alfarería divina acentada en la tierra

del sol naciente.

 

Me gusta que sabes ser mujer

vistiendo la madures de tu cuerpo

y no ese vestido blanco que recrudece de pena.

 

Baila tu cabello sobre los montes albinos

que contornean tu cara de mujer de oriente

y esos ojos razgados que asemejan al circonio y al azabache

 

Qué pasión la que te mueve 

y te orilla al rincón mas lejano de la sala

para regresarte después al centro de la misma

donde mis ojos te siguen y mi aliento me deja.