En la lindura de tu cuerpo
los ojos ubico,
su delicadeza, la conciencia sacude.
haciéndola trepidar.
Instintos dormidos despierta
en la libídine de mi ser.
Nuestras manos
provocan regocijos en nuestra desnudez,
con sus arrumacos.
Los lujuriosas cuerpos se arriman,
se tocan, se arrejuntan.
Las fricciones se vuelven más íntimas
la apertura se acerca.
Tus caricias mi todo cubren.
El chasquido de un febril beso,
en abrazo voluptuoso,
nuestras carnes en un solo ser, funden
Con sublime estrujón pernil,
mi cintura rodeas,
la avidez exaltada, introduce mi furia sensual,
baña tus cámaras internas,
explora el ámbito que da la vida.
En silencio nuestros suspiros,
sienten la humedad del sudor emanado del momento,
y murmuran.
Eres mía y yo de ti, como el cauce y las aguas
Del río de nuestro amor.
bambam