Allí está la barca en la orilla,
allí está esperando por nosotros,
ven y en sus aguas tranquilas
rememos juntos, poco a poco.
La barca aún adormecida
nos guarda un manojo de sueños;
subamos para que navegando siga
por esos paisajes ribereños.
No hagamos más larga la espera
dejemos que humedezca su quilla,
que esa barca es feliz cando navega
y muy triste si está en la orilla.
Ven, vamos, vamos…
que la tarde está tranquila
y ansiosa nos está esperando
la bella barca en la orilla.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Derechos Reservados
Maracaibo, Venezuela