I
Un poco de tus aguas,
<<para beber>>; dijo aquel forastero
cansado de las fraguas
del lejano sendero,
seco, moliendo la sed en mortero.
II
Tengo hambre que me aloca,
mis órganos internos son de oscuro
y cosiendo mi boca,
en entrañas procuro
pan de siglo y, cebarlo cruel y duro.
III
Calla, que aún soy niño.
pero trabajo como robusto hombre,
mira que soy lampiño,
escarbando tu cobre,
yo no tengo razón, tú solo el nombre.
IV
Por debajo me tomo,
como un esclavo sucio del pirata,
que lastima mi lomo
así, casi me mata
de oído; escuchando. ¡Ayes! de sonata.
V
Huesos amarillentos,
mis hermanos, respiran ya sin poros,
ellos son los ungüentos
que frotando en sus coros,
los ricos van, robandose sus oros.
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John Morales Arriola.