Fueron dos árboles
Uno con 14 y otro con 15 años
Que se prometieron algo por ahí
Despacito, mientras llovía con frío.
El verano del 2012, uno fue cortado.
El otro se secó, por no poder cumplir
Su eterna promesa.
Antes de secarse aquel árbol,
Anidó una pareja de pajaritos
Habían, encontrado su tesoro
Eterno, de migas de pan.
Uno prometió por siempre,
El otro acepto hasta el infinito,
Eternizando el tiempo
En sus migas de pan.
En el arrebol del 20 de marzo,
Uno emigró lejos
El otro seguía comiendo…
Sus migas de pan.