Condéname a tu plácido amor
embrujame con tus besos paganos
goza la pureza de mi corazón
enséñame el gentil pecado humano.
Con los finos ademanes de tu roce
hasta el sublime toque de tu piel
devoto y afónico a tu divina pose
mis versos prometen serte fiel.
Son las fecundas fábulas de este poeta
que copulan el pensamiento del corazón
sábido de romances y de facetas
como la voz de un pequeño ruiseñor.