En vida todo lo di, no me importó que abusaran,
Y aunque todo lo perdí, permití que se quedaran
Con los bienes materiales; lo espiritual, no miraban;
Nunca consideré males, porque nunca me dañaban;
Me quitaban el dinero, vanas cosas reclamaban,
Pero como nada espero, pequeñeces no importaban;
En la pobreza viví, con mucha fe y esperanza;
Y de aquéllas recogí el valor y la confianza
De que podría seguir con la sabia sensatez,
Que me enseñó a percibir, en su afán, la inmediatez:
Hoy las miro desde lejos pisando rudos abrojos
Y el refrán de “cría cuervos que te sacarán los ojos”;
Yo sigo por mi camino, sólo locuras sembrando,
No niego que ha habido espinos, mas se han ido superando
Con amigos tan sinceros siempre adelante seguí;
Al final, de ellos espero, que logren sobresalir…