Eres un carcelero egoísta,
que entras a mi vida,
no sea yo mas que tu noche oscura;
oh..eres un simple descarado para el amar;
dejaste mi cuerpo marcada y prohibida,
cuando despertaré de esta locura;
!déjame¡,
estoy dolida, te quiero matar.
Vuelves de nuevo con tus ásperas manos,
y mirada morbosa...
a saciar y lamer mis pechos.
¿Qué más quieres?.
Maldita yo, de estos infiernos,
gritare...nooo...;
ay tantos al acecho.
Corro de un lado a otro,
lamentando mis quejidos,
en cada ángulo de mi prisión,
¿porque mate?
droga que me invade la razón
prisionera de mi delito,
vuelves de nuevo,
.. a ultrajar mis adentro.