No tengo más deseos de escribir.
El sol ha delatado mis versos,
la luna los ha vuelto opacos,
la noche los ha perdido
entre los ciegos matices del firmamento.
Yo me he quedado vacío,
Se ha borrado mi sustancia.
Los sueños se fueron diluyendo
entre copas de vino y licores.
No tengo más deseos de escribir,
me han encontrado tirado en el suelo
con las letras desparramadas
y lo espacios en la acera dispersados.
También los acentos, las comas,
los punto y coma han sido esparcidos.
He vomitado alcohol de letras
con un aroma fétido que fermenta.
Allí están los títulos de mis poemas
derramados en las baldosas y el cemento.
No puedo seguir escribiendo,
sólo me resta recibir la muerte
con el alma vacía de versos
y mi esencia destruida como en la guerra.
CARLOS A. BADARACCO
2/8/14
(DERECHOS RESERVADOS)