Sigo deseando a las mujeres pero no las amo
porque amarlas me rebana la cabeza
ya no siento al no hacerlo la tristeza
solo siento la tibieza
de mi piel al desearlas.
El ser sabio me aconseja
el momento de dejarlas.
Cuando ya son puras quejas
y el amor una batalla.
Las deseo sin amarlas.
Unas cuantas.
Y las amo sin desearlas.
Las demás.