Yolanda Barry

LA DUEÑA DE TU CORAZON.

Amor mío...¡cuánto te amo!
tu presencia acaricia mi alma,
tu corazón ilumina mi ser.
¡Qué importa el ayer!

Tus manos ardientes han sabido
calmar mis tempestades,
el calor de tus labios
han derretido mis temores.

Soy la dueña de tu corazón,
la afortunada a la que le escribes
desde el fondo de tu alma,
la que te hace soñar y vibrar.

Y tú eres todo para mí,
el dueño de mi amor,
quien me hace vivir una realidad,
más que una vana ilusión.

Y te amo amor,
por todo lo que has dejado en mí,
porque la dulzura de tus ojos
inundó de luz mi oscuridad.

YOLANDA BARRY.