Al despuntar el alba
mis desvelos se desenredan.
El espíritu advierte
de tu sonrisa el candor.
El embrujo de tus ojos me enloquece,
seduciéndome hasta los huesos.
Con solo tu voz escuchar,
latir más fuerte hace
este pecho mío.
El perfume de naranjo en flor
Despedido de tu piel
la razón y la existencia subyuga.
Afirma que la esencia de mi existir
Eres toda tú.
Los huecos del espíritu
con tus dulces besos, cual néctar
de la flor del mirto, arrebatado
a las abejas,
ofrendado a los ansiosos
labios mios, colmas.
Los ojos locos de alegría, se vuelven
cuando lánguidamente
un vistazo les echas.
bambam