Nos juramos eterno amor,
sellando el pacto ante
la presencia de Dios,
en un acto de bendición,
el cielo se iluminó;
entregando un espectáculo
más hermoso que el amanecer,
miles de estrellas alumbrando el anochecer.
Alcanzamos el romance, a besos de pasión,
escribimos nuestra historia, en una nota de canción,
nos abrazamos lentamente, un suspiro evidente,
por qué de tan enamorados, hasta de respirar
nos olvidamos.