El rumor astuto,
invisible y territorial de tu lengua
moldea la desnudez de mi silencio,
que se convierte en azul violento
y desbocado…
Tu Voz de esbelta silueta
me empapa tu aliento apasionado…
Hervidero de estrellas
que agiganta los ojos de la Noche,
abriendo con su roce el génesis del universo…
Nos salimos del aire,
extasiados,
dimitiendo del tiempo y el espacio
bajo el yugo implacable de tu arrojo…
El reino ignoto de tus soles se queda en mis manos
y ondulado cae al precipicio
como fuego de artificio el deseo iluminando…
Me sacas del espejo
y fermenta la fantasía triunfante…
Perenne y misterioso
te adentras en la Poesía de mi alma,
clausurando la sombra que tiembla,
mientras en apogeo gozoso me enlazas
a tu presencia…