Que invitas al descanso,
horas
que se desvanecen en el sueño profundo,
desvelos
cuando el tiempo es más relativo de lo acostumbrado.
Mientras otros duermen,
no faltan unos,
pendientes del silencio.
Horas propicias para el sueño,
mientras alguien se debate
en una constante lucha por su vida,
no falta aquel
que llora en silencio alguna ausencia.
Obscura y silenciosa
noche suspendida
entre luces celestes
y murmullos de crujientes paredes
y grillos que entonan su incesante canción
De enamorados.