La abuelita tenía tristeza
por aquel triste momento,
ella estaba esperando la fecha,
pero olvidó el cumpleaños del nieto.
Abuelita ¿porqué no viniste?
¿porqué no estuviste en mi reunión?
¿sabes? Estuve muy triste,
¿yo no sé que te pasó?
La abuelita no tenía respuesta
fue un asunto de confusión,
ella siempre estuvo presta
para darle la felicitación.
Perdona mi bello nieto,
tu abuelita no pudo recordar…
Para el próximo año prometo
que la fecha la voy a anotar.
Abuela y nieto se abrazaron
con el mismo cariño de siempre.
y los dos juntos disfrutaron
el cumpleaños el día siguiente.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela