El amor no mide cuando ataca,
no predica una religión exclusiva,
no requiere de una táctica defensiva,
porque es tan fuerte su ofensiva,
que no puedes retomarte de la caída.
No cuenta con una conciencia,
mas posee un don para la intransigencia,
por más desarmado que esté un ser
para la idea de una relación tener,
el amor con toda su fuerza lo golpea
para que en su agridulce sabor crea.
El amor es peor que un cáncer pulmonar,
es el paraíso del Edén en el corazón,
y una vez en tu vida logra penetrar,
monta castillo, y no lo podrás derrumbar.
Vive con un estilo lleno de arrogancia,
pues sabe que nadie se puede resistir
a sus dotes encantadores de elegancia.
Es el dios de la calma y el hastío,
es un árbol con ramas de fuego,
sus frutos son dulces higos fríos
y sus hojas de ceniza cubren el suelo.
Cuando el amor llueve sobre ti,
oxida tu capacidad intelectual,
transformando tu sistema analítico
en un completo estado vegetal.
Por amor comencé a escribir
estos versos frustrados,
y por amor, voy a concluir
con mi sentimiento más enredado.
Derechos Reservados de Héctor Lespier
www.casimeenamoras.com