LA VI LLORAR.
A mi niña pequeñita vi llorar
tristeza vi en su inocente alma
Igual mire su corazón cruentar
cuando de dolor perdió la calma
Lloro por la torpeza que tuvimos
A esa insensatez la perturbamos
Su ánfora de paz se la rompimos
a su llanto el enojo apaciguamos.
Sus pupilas de lágrimas surcadas
y sus ojos con suplica marcada
junto al grito con que dijo: estoy
De ipso facto apago frías miradas
y el improperio igual lo silenciaba
al decirnos: no discutan por favor.