En las sombras del silencio espero pacientemente; espero aquel momento en que nuestras manos se junten eternamente en el momento perfecto para decirte cuánto te quiero, cuánto te anhelo y cuánto deseo estar a tu lado por encima de cualquier pero.
Siempre callada, siempre dormida; con una mirada perdida y vacía, buscando en lo más profundo de mi ser un recuerdo de felicidad que me lleve a un estado mental de tranquilidad.
Es imposible describir con palabras este sentimiento que se apodera de mis pensamientos, que no deja de rondar por mi mente, que con cada segundo se torna más fuerte y que con algo de suerte compartiré hasta el momento de mi muerte.
¿Estás Ahí? ¿A caso sientes lo mismo por mi? Si la respuesta es sí; enséñame cómo amarte, cómo llenarte de alegría, cómo darle color a tu vida, así como tú lo has hecho en la mía.