Darío Ernesto Muñoz Sosa
Cósmicos viajeros
Y fue así, entre risas y rutinas
Que así , simplemente así
En un tiempo, sin edades, sin penumbras
Nuestro estelar viaje, allí frente al cielo a cada astro
Pues cada ser que en mi huella alumbra
es como lumbrera, un haz de vibrante vida
Y entre la horas, llenas de hastío y rutinas
El cielo eterniza cada sueño.
Pensar que un laborioso ser, en su alma
Lleva a otras almas en sus espaldas
Una pesada ancla de abrazos y zozobras
Entre anécdotas sin fronteras, sin prejuicios
En este viaje de ida,
en sus brazos un sueño el, acuna
A un niño su nieto, hijo de su hija.
En su alma noto, el torrente salino en su mirada.
¡Oh el cielo de ese destello en su pecho cuando el, lo acuna!
Seres de tanta belleza celestial recóndita.
Y de entre las multitudes,
una voz que a su dios llama
Una niña a su padre ensalza, y no es en vano que un Ángel
Un Ángel es a sus ojos que nada se parece tan bello.
Asi son mis días en este firmamento,
Tanta alegría, vestida de nostalgias tiernas,
A estos seres que gravitan en mi vía,
En las constelaciones de vidas eternas,
Pulsares de hermosos colores,
son estrellas, Con luz propia,
como se agita el corazón de un niño
Cuando a su padre alaba,
saber que ese niño recorrió en sus sueños
Dejo su nido allá lejos en su natal pueblo
Mas es un mundo de viajes y de sueños
De historias y suspiros,
Cosas del cielo que gira en círculos perfectos
Sin océanos, sin lejanos puertos, simples pasajes
De mi viaje estelar, de mi poético firmamento.
Argentina agosto de 2014.