Ante la exquisitez de tu ansiado cuerpo
atónito me encuentro.
El vaivén de tus caderas,
al filo del suspenso me tiene.
Guindado a mis pupilas se encuentra,
colándose en las venas,
tu majestuoso andar.
De tus ojos el embrujo seductor,
color verde mar.
Encarcelado vive en los intersticios
de los párpados.
En las noches de desvelo
despiertan maniáticas agitaciones.
Las cuales
hácenme dar vueltas y más vueltas,
en torno a tus sortilegios.
Pensando en ellos,
me descobijo.
En apasionados sueños ebrios de vigilia,
tu fogosa silueta intento alcanzar.
En silencio aprisionarte afano,
con un dogal.
Forjado con mis apetitos sensuales,
los cuales ansían la ternura
de tus besos.
bambam