Me alzo en alma
con el vigor encendido
incrustado en mi silencio…
Sublevan los versos
en esta imponente condición de amarte
y dirigida por tu lengua,
rica en impulsos subversivos,
satisfaces las calles de mi ensueño…
Redadas de soles
se toman mis instantes…
Llenas mis labios sedientos
del líquido verbal,
que enciende los fuegos cruzados…
Embriagados,
en preludio de una ocupación plena,
mis ojos te bañan preparando
el momento que llega
al filo de nuestras manos…