Si supieras como una roca
su lamento:
amor, amor, derrumbate ante dicha esperanza
de petalos
cruzados.
Si supieras como una ola su
calma:
piedras, piedras,
¡lluevan desgraciadas!.
Pero pequeño e infinito
légamo en calma, ¿a donde
partes con tantas ansias?.
Si supieras como una gota
de lluvia el sufrimiento que
causan en la girante y fria
tierra:
¡justicia, justicia! morire en tu nombre.