Davileine Borrego

UN LECHO DE GIRASOLES

UN LECHO DE GIRAZOLES 

Pudiera decirte hoy tantas cosas.
Pero  la verdad, no quiero romper 
la magia que envuelve este primer 
encuentro después de tantos intentos.

Usaré las sábanas de encaje,
esas que llevan un siglo 
esperando por tu cuerpo, 
adornada con las rosas 
marchitas que aún conservo.
brindaremos con aquel vino 
que dejaste sobre la mesa 
la noche que te fuiste.

Cerrare la puerta cuando entres,
para que esta vez no te marches.
sera como si revivieramos 
aquel amor de juventud 
recuerdas, en aquel tiempo 
nuestro lecho nupcial 
fue un campo de girasoles.
allí me hiciste el amor 
y me sentí plena. 
mi cuerpo era perfecto, 
brillaba con los rayos del sol.

Hoy no habrá un lecho de girasoles.
hoy estrenaras las sábanas,
bordadas para ti, con el encaje 
de los años solo te voy a pedir
que no prendas la luz al acostarte,
porque la plata nunca te gusto,
y hoy mi cuerpo y mis cabellos
son de plata, ya no hay ni brillo 
ni oro en ellos.

Solo podemos brindar con lo que quedo
de antaño, pero si cierras los ojos nuestro
lecho seguirá siendo aquel prado de girasoles,
deja que la magia envuelva, si es que podemos
lograr aquel encuentro que quedo en el pasado.