Amado mío, siéntate en silencio
Que deseo hoy festejar contigo
Pretenderte, agasajarte, regalarte.
Disfrutarte, seducirte, obsequiarte
¡Mi delicia, para ti!
Quiero, que en cada latido, se agite tu corazón
Y tu mirada, vaya al compás de mis movimientos
La magia nos envuelve, embelezándonos
Los sentimientos, nos acoge, deseándonos
Nos va cubriendo el estupor de la seducción
Todo se vuelve sensual, codiciado, apetitoso
Manjar de reyes, delicias de los zares,
El vaivén de las caderas, al ritmo de la música
Va cobrando cada vez, más calor,
El fuego interno, intensifica,
Haciendo acto de presencia
Hablan las miradas, los gestos, el aire,
Del vapor caliente, humedece nuestras ansías
Consumiéndonos, recorriéndonos, en
Cada partícula de nuestro anhelado ser
El hechizo, nos traslada con frenesí
En el camino, de las delicias
Que te he preparado para ti.
Mi carne, sedienta en los deseos carnales
De tu apetito, van deslizándose en suaves
Caídas, las vestimentas, que se van aflojando
Saboreando el dulce manjar, de dos cuerpos
Despojados, en el lecho pasional
De tu entrega, mi entrega
Hechizo de la noche, magia inagotable,
Sortilegio, encantamiento unificando
En el amor y el deseo
Iven Marino M.