Jodha Akbar

El Caminante

Un sendero trillado fue descubierto

por un solitario caminante

y cuando se detuvo a mirar al cielo

escucho un canto tan resonante

que su corazón latió con fuerza

al ver un ave noble y amable.

 

Mientras seguía el curso del ave

vió que la alondra no estaba sola,

un ruiseñor acompañaba su canto

y seguía cada una de sus notas.

 

Tan fieles compañeros no han existido,

su reino en el firmamento estaba,

la música en sus voces fue un hechizo

para el extraño caminante que las miraba.

 

 

Las aves se posaron sobre él

y extendían sus alas contra el viento,

 el caminante unió su corazón al de ellas

y dejó atrás todos sus miedos.

 

Cada árbol en ese iluminado bosque

veía la pasión en la música de las aves.

El ruiseñor la madrugada anunciaba,

la alondra adornaba las tardes.

 

Un viento soplo con fuerza

una fría y helada noche,

el caminante se acogió al ruiseñor

y su canto tranquilizó al hombre

mas la alondra sola quedó

feliz de ver el amor entre los dos.

 

Al llegar el día siguiente

la alondra canto de nuevo,

el ruiseñor se quedó dormido

y en ella se escuchó la voz de un trueno.

 

Tan magnífica fue su melodía

que el agua de los ríos dejó de correr,

la corriente de aire frenó su curso

y el sol quiso volver a nacer.

 

El caminante despertó y escuchó,

hubo un derrumbe de sentimientos.

Una hermosa casa el construyó

y en ella puso a habitar al ruiseñor

para compensar el hecho de su partida

y que se llevaba su fiel amiga.

 

El alma del caminante sería feliz

con la eterna compañía de un ave majestuosa,

necesitaba una voz potente

y eso solo lo tenía la alondra.

 

Paso a paso se alejó del bosque

con su acompañante en el hombro,

el ruiseñor los miró a lo lejos

sintiéndose abandonado y muy solo.

 

Sus sentimientos jamas murieron,

las estaciones fueron testigos de su dolor

y cada mañana alguien se pregunta:

\"¿Qué fue del canto del ruiseñor?\"