Quise ver sonrisas donde solo señalaban dedos,
ver crecer semillas donde la tierra se hace polvo,
trate de tapar la brecha de mi ingenuidad y tu experiencia,
Me hice hipocresía,
casi me gaste.
Áurea alegría no brilla más,
Aún quedan sus fragmentos,
Partículas pequeñas de un fugaz nosotros,
Renacen en mi mente,
se suicidan en la realidad,
Aceptos tiempos te miraron,
aflictos con el gris y bruma de esta ciudad,
Rozagantes mejillas palidecieron,
Lo que ayer fue carmesí,
hoy es azul metal.
Belicosa y frágil ilusión,
nació con tu calor,
Camina sobre calles de humedad,
Se tizna,
se hace carbón,
Su flama se extinguió,
está en su caverna.
Curiosidad que me llevo a deletéreos 19 anocheceres,
A conocer tu lado celestial,
que se introdujo por mis dedos,
Se enterró a mi pecho,
crece de recuerdos,
Se pierde con el tiempo.
¿Y los fragmentos?
Pronto cesarán…