Tejiendo amaneceres.
de esperanza y canto.
Treinta y seis otoños
de lucha, de llantos.
En la mesa los domingos
la silla vacía dejando.
Mientras la mirabas,
con la fe del milagro.
Cabeza de un movimiento,
de abuelas incompletas.
Ejemplo de empuje,
aunque no sea tu carro.
Al fin te tocó a ti,
madre de las madres.
El mundo se refresca en la sonrisa,
de esta abuela y su nieto recuperado.