Josefina 46

PADRES E HIJOS

Hoy mi poema

no hablará de romanticismo,

de paisajes ni amores perdidos,

sino de una enfermedad común

que padecemos una mayoría

siendo el pan de cada día.


Los que somos padres

un día dimos gracias a Dios

y acunamos en los brazos

el fruto de aquel amor.


Los que somos padres

sabemos de renuncias,

de trabajos y despertares

y de ilusiones irrealizables.


Para los que somos padres

los hijos son lo primero

y cuando se hacen grandes

somos para ellos lo de menos.


Ellos hacen su vida,

acampan satisfechos

y casi siempre se olvidan

de la deuda contraída.


Pero el tiempo pasa para todos

y ellos también serán padres

y recogerán el fruto sembrado

de miedos y soledades.


Porque la realidad se impone

frente al egoismo de los hijos

que pasan de sus progenitores

y se encuentran libres y tranquilos.


¡Y los padres adelante seguiremos

amando a nuestros hijos y nietos

sin condiciones porque los queremos!

y quizá cuando no lo esperemos

aparezca en nuestro desierto un oasis

que calme la sed de amor que tenemos.


Fina