Miento
Miento
para que puedas decir la verdad,
para que creas que no sé llorar
y que de todo yo nada lamento.
Miento
para que sigas al dejarme atrás,
para que pienses que yo soy capaz
de hacer sin ti lo que faltó en mi intento.
Miento
porque así me duele menos pensar
que era verdad lo que te quise amar
y que es verdad que todo fue un invento.
Miento
para que un día puedas regresar,
y el sol sin luna y la canción sin mar,
porque ya nadie ocupará tu asiento.
Miento
para poder yo mismo respirar,
para decirme que puedo olvidar,
cuando es tan sólo que sin ti es un cuento.
Miento
que este es el aire, que este fue el lugar
en que soñamos sin más despertar
que darnos besos locos de contento.
Miento
que tú querías lo que quise dar,
que tú me dabas lo que fui a buscar,
que este vacío sólo es un momento.
Miento
cual la guitarra sin cuerda al rodar,
cual las rebajas del vino en el bar,
cual las semillas que ya no sustento.
Miento
como el ministro que juró salvar
la vieja patria de su naufragar
mas del salario se olvidó el aumento.
Miento
como el proscrito que quiso votar,
sabiendo de antes que no ha de ganar
pues ya no queda ni un buen monumento.
Miento
como la gente que dice esperar,
cuando se muere en el pequeño hogar
en que cobija todo su lamento.
Miento
como la estrella que dijo brillar,
cuando se sabe que no debe estar
pues fue extirpada ya del firmamento
Miento
como en la jaula del ave al cantar
que ni siquiera ya quiere volar,
cuando se muere por huir al viento.
Miento
como la vida que se ha de acabar
y aún pretende que queda un soñar
para que tú, para que yo y un ciento
Miento,
si hay otra vida te la he de brindar,
si hay otro cielo allí te he de cuidar,
si hay otro amor de este no me arrepiento.
Miento
como el que roba para así alcanzar
lo que este mundo no le quiso dar
de libertad, de amor, de sentimiento.
Miento
como el que actúa hasta si no hay que actuar,
como el que miente para al mentir dar
una verdad a su propio argumento.
Miento
como el que escribe , canta y va a danzar,
creyendo en eso a este mundo salvar,
cuando aquí ya nadie busca el talento.
Miento
como el que aplaude su envidia a rabiar,
porque a él le toca sólo celebrar
las galas de otro y no de su portento.
Miento
que Adán y Eva deben aceptar,
que ni hay serpiente ni árbol que probar
para saber por qué razón les miento.
Miento,
como decía no te he de dejar,
siempre fui tuyo y no me has de encontrar
sino en la ausencia que me da su aliento.
Por eso miento.
Miento.
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08 08 14