le mont blanc

Noche de viernes

 

 


Noche de viernes, noche de solos, es el día, en que los que tienen pocos amigos, lo notan más, ¿Donde ir? , ¿Qué hace? Más aun cuando los años, te han tirado un poco de nieve de por la cabeza. 
Soledad tristeza, esperanzas lejanas y un futuro tan cercano y tan breve, que parece que ya se fue. ¿Qué pensar? ¿Qué soñar en soledad? , es tan poco lo que se puede hace.
Por eso me suena a hipocresía, esas propaganda de ancianos felices, que cuando fingen una sonrisa que ya olvidaron, se le cae la dentadura, ¡Que pesimismo por Dios dirán algunos…! Es posible, pero por cierto, tiene mucho de realidad, el hombre es un animal discriminador por naturaleza, pero sin duda que en la madurez pesa mucho mas, son pocos los recursos disponibles, en especial lo físico.
Se es rico en experiencias, pero sin duda las experiencias son como exquisitos platos de majares deseados, que solamente se pueden apreciar como fotografías en una pared, no se puede degustar como se debiera, no son realidad, es un decir, un hacer, un ya fue. 
Lo malo de todo esto, es que la mente parece no querer envejecer y mucho menos los ojos, que con mayor intensidad ven algunas cosas, a pesar de de un par de gruesos anteojos.
Digo esto… precisamente, cuando mientras espero a la nada por la ventana, la calle me devuelve el reflejo silencioso de una noche tarde, muy tarde, con una luna herida de muerte por un malicioso puñal hecho de una nube roja, cargada de olvidos y de ayeres que no volverán.



                   L.M