Ayer quise visitarte, después de un montón de días,
saber algo de tus cosas, (siempre se extraña a una amiga),
y te encontré como siempre, soñando entre poesías.
Sigue soñando María, que los sueños hacen falta,
y préstalos a la gente, que la gente está cansada,
“trabájate que trabaja”, y las noches les son cortas
para recuperar sus fuerzas… y renuncian al amor
y a los sueños de esperanzas… a cambio de magras pagas
¡qué ni para comer alcanzan!
Tú tienes sueños de paz, de justicias y alegrías,
tu alma es como una niña entre jazmines, nacida;
tu sueño no se despierta, tiene esperanzas crecidas,
naciones que no hacen guerras, mentes esclarecidas...
tus sueños, sueños albergan de amor y sabiduría.
¿Es que nunca te contaron que esta tierra está maldita,
que Dios castigó a los hombres y ha decidido destruirla,
con fuego y con azufre hasta que no quede vida?;
la tierra se recalienta por avaricia y desidia,
la riqueza se acumula mientras naciones enteras
hambrean y agonizan.
Sigue soñando María con niños que no mendigan,
(pero no terminarán de entristecer nuestras calles,
a no ser que ya no sirvan para hacer la política).
Contaminaron los ríos, destruyeron nuestros montes,
¿cuánto tiempo viviremos sin agua y sin oxígeno?;
llora el Kilimanjaro por sus nieves derretidas,
también se escucha esa queja en la Patagonia Argentina...
¿Quieres seguir soñando por otra hora, María?
Perdona que te visite, perdona que te despierte,
pero es hora de llorar y quiero tu compañía,
(me gusta soñar tus sueños, llora tú mis agonías).
Dentro de algunos años ni tú ni yo escribiremos,
también puede que suceda que otros lean las poesías...
pero, doce mil millones, ¿conseguirán su comida?
(Una vez vi una película, ficciones de un futuro,
en la que hacían galletitas con la gente que moría)...
¿Si el futuro nos alcanza, seguirás soñando María?
Ya es hora de llorar, la tierra está conquistada,
¡los “malos” son muchos más!
En Taiwán hacen asado con cadáveres de niños,
(búscalo en Internet), en China matan las niñas
por razones de una ley, ¿quieres que te siga contando?
Empieza a llorar María, no pasamos el examen...
la tierra está corrompida... pocos piensan hacer bien...
sigue llorando María, que tus lágrimas se juntan
con las nieves derretidas de muchos Kilimanjaros,
y ¡con las mías también!