Dulce corazón que hoy vuelve a sonreir
cual sedienta flor que recibe la luz del dìa
Dulce corazón que hoy vuelve a recibir
calor de un amor que late con la osadía
de un valiente adalid al escuchar
la dulce voz del ser más añorado.
Bastó volver a escucharte para saber
que lo último que se pierde es la esperanza
que pretendimos apagar el fuego del corazón que desea arder
sin saber que es difícil amar con templanza,
con un corazón loco por sacudirse las cenizas
de una historia que aún puede escribirse
que en un de repente empezó con renglones torcidos
para ahora enderezarse con la paciencia de los días.
Oh dulce esperanza que significó el escucharte,
tras soñarte en el ocaso del día a día
ahora recuerdo tus ojos al pensarte
y viajo hacia ellos en total armonía.
Recuerdo la verdad en tus palabras al evocarte,
y así haya escuchado versos que me dejaron en melancolía,
ahora los tomo con sabiduría para recordarte
que amar con esperanza es la más grande osadía.