Perdido en la solitaria noche
De mi cuarto…
Pude sentir corrientes de aire
Producidas por alguien, que merodeaba
Junto a mi cama…
Susurros y ecos inundaban
El sonido del silencio.
Me quede inmóvil,
Aterrorizado.
Mis venas ardían,
Y mi pulso sonaba en mis
Oídos…
Estaba pasmado,
Petrificado.
Un instante..,
Una caricia…
Después, una eternidad.
Absorto, cerré mis ojos,
Y endurecí mi estomago.
Quise gritar pero no podía…
Abrí mis ojos y forcé a mirar
En la oscuridad…
Y vi una figura.
Claro y tan aterrorizante,
Que no podría haber sido tan perverso.
Gotas de frio corrían por mi espalda,
Y mis rodillas se chocaban por mis temblores.
De pronto, estiró su mano
Y puso su palma sobre mi boca…
El tiempo se detuvo y mi jadeo
Aumento incesablemente.
Me dijo tan claramente…
¿Pensaste que no te encontraría?
Lagrimas caían de mis ojos,
Aquella figura que estaba frente
A mi…
Mirándome fijo a los ojos,
Y tan terrorífico,
Era yo.
© Maximiliano Cabrera