Tiene inmortal figura que sobresale en las huellas de noche,
cuan destello de susurro en oscuridad de nostalgia,
tiene coqueteos con el mar desde hace tiempo,
casi el mismo tiempo en que yo coqueteaba con mis sentimientos.
Cuan compañera de mis penas me ha alumbrado las venas,
sin pensar siquiera en dejarme sólo por un momento,
es culpable de las voces que se escuchan en la oscuridad de mi desierto,
y de todo lo que emana, éste corazón al descubierto.
¡Oh! bella menguante, creciente, llena, nueva y amante,
tiene la boca pintada del mar rojo,
entre sus rizos se cuentan miles de estrellas que le traen universo
y uno que otro verso que le escriben cuando la sueñan.
Princesa luna, protagonista de romances, de relatos, de besos,
de epopeyas frondosas disputadas en el alma,
de millones de caricias entrelazadas entre mar y cielo,
¿Cómo ha hecho para tatuarse por siempre en mi pecho?
Ricardo Felipe
Un soñador sin mucha estirpe