En el bosque ha caído
un árbol de la estancia,
en leña será convertido
para encender fogatas.
Campestre faena
que al cuerpo cansa,
es cortar la leña
al filo del hacha.
El sudor se hace presente
en el pobre leñador,
que suda su frente
en su ardua labor.
Leña para el fogón
en el diario vivir;
de la leña el corazón
fuego ha de salir.
Un machete y un hacha
es la fiel compañía
para llevar leña a casa
y hacer la comida.
La manos callosas
llenas de esperanzas
son fieles en la choza
al igual que el hacha.
faena sencilla
tradicional estampa
es cantarle a la vida
con el ritmo del hacha.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
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Maracaibo Venezuela