A FEDERICO GARCIA LORCA
La luz del genio estalló en palabras
Y las dimensiones guardaron el verso
Sentimientos y canto están presos
Del embrujo que llega, como un rezo
Serafines hacen ronda al talento
Y en el viento, se percibe el aliento
No se ha ido, ni ha perdido su esencia
Entre los mortales, está su presencia
Le cantó al amor, himno sublime,
Dicho en poemas, que invadieron el alma,
Y las olas del mar tuvieron calma,
Frente al avasallador incontenible
Fue el muro levantado por tristezas
Y su fuego guardián de fortalezas,
Inspiración de pasiones dominantes,
Que en sus entrañas llevan los amantes
Labrador de sonetos y romances,
Constructor del drama y de la lírica,
La maldición marcó su poca suerte
Y el ardor de su alma, lo llevó a la muerte